Conozco este tema de 3 maneras: Primero, porque he tenido que aprenderlo por parte de mi experiencia y lidiar y superar todos los retos que se viven más allá de la emoción inicial. También lo he aprendido observando a varios colegas fundadores de startups, la mayoría más avanzados que yo.
Finalmente, también he tenido la oportunidad de conversar con fundadores para ofrecerles servicios freelance digitales, y en esta ventana de conversación hemos conversado sobre sus retos pasados y actuales. En total han sido más de 100 emprendedores con quienes he interactuado de cerca.
Aquí les comparto 3 aspectos que aparecieron conforme fui avanzando en el desarrollo de faunderslatam.
1. Emprender por un propósito:
Hoy en día, muchas personas (incluyéndome), buscan un balance de vida con cosas que les guste hacer. El trabajo diario no es ajeno a estas preferencias. Por eso es que ahora más que nunca las empresas se están esforzando en brindar un ambiente más atractivo para trabajar. A pesar de su esfuerzo, no todos los trabajos pueden garantizar cumplir un propósito empresarial que realmente conecte con las personas que buscan avanzar logros más allá de obtener mayores ingresos económicos (¡también me incluyo aquí!).
Es aquí donde emprender se vuelve una opción, cuando estás dispuesto a dar un paso al costado en el trabajo para contribuir a un propósito, y es que emprender lo tomo como la creación de una nueva entidad para satisfacer determinada necesidad de usuarios. Por ejemplo, Faunders nació como respuesta a la motivación de querer ayudar a emprendedores en primeros pasos a quienes les tomaba mucho tiempo convertir sus ideas en negocios con ventas. Al ser una nueva entidad, sus operaciones están definidas según la visión estratégica de sus fundadores. Por ejemplo qué hacer y qué no hacer, qué actividades se relacionan entre sí y finalmente cómo se diferencian de la competencia.
Si es que NO te gusta tu trabajo, pues no necesariamente es un indicador fuerte para iniciar un emprendimiento. Yo recomiendo altamente que el camino emprendedor inicie cuando, ya estando en un trabajo que sí te guste, sientas que tienes un propósito que busques cumplir o un problema que te importe mucho solucionar, y quieras dedicarle mucho tiempo a construir una nueva solución para esto.
2. Liderar para crecer:
Muchos pensamos que liderar es sinónimo de una actividad grupal con otras personas con niveles jerárquicos menores. La verdad es que liderar, sobre todo en emprendimiento, va mucho antes. Al emprender, estás iniciando un nuevo camino y tienes completa responsabilidad de las metas iniciales que tienes que cumplir y las iniciativas que debes realizar para poder avanzar cada paso en la ideación, ejecución y progreso del emprendimiento.
Esto requiere de mucha disciplina porque la “emoción inicial” al emprender puede que no permanezca en la mente del fundador mientras trata de dar los primeros pasos. Aquí son muy importantes algunas capacidades como:
Planificación (una visión que mida más allá de 1 o 2 semanas)
Constancia (la energía para entregar día a día) y finalmente
Autocrítica (admitir que podemos no estar en lo correcto y cuestionarse cada tiempo)
Al avanzar un poco más una idea de negocio o proyecto y añadir a más personas al equipo, no necesariamente se trata de tratar con inferiores sino también con co-fundadores que tendrán una importancia similar en el proyecto. El liderazgo entre co-fundadores surge principalmente por aquella persona más motivada y capaz de entregar más recursos de tiempo y dinero sin la seguridad de retribuirse con mayor participación del negocio.
El líder (no jefe) de un emprendimiento, al menos en mi experiencia y en la de otros amigos fundadores, es quien se caracteriza por traer más ideas a la mesa, ofrecerse para liderar más actividades, hablar con más personas o conversar con la mayor cantidad de clientes posible.
Cuando el equipo crece con personas con cargos secundarios a los co-fundadores, el rol del líder tiene un elemento adicional: Motivar y ayudar a los demás a mejorar cada día. Con motivación, no me refiero a lo monetario, sino a poder trazar un panorama de crecimiento que deje claro al equipo que habrán nuevos retos y nuevas funciones, aprendizajes y demás recursos que serán parte importante para el desarrollo y avance de cada persona. En el liderazgo también está la capacidad de identificar oportunidades de mejora por funciones y transmitir de manera adecuada (en forma y fondo) cómo estas oportunidades se transformarán en aprendizajes en beneficio de la nueva empresa.
3. Los retos de elegir una startup
Si te gustan los retos y estás dispuesto a enfrentar nuevos frecuentemente, deberías considerar iniciar una startup. Crear modelos de negocios que creen una muy grata experiencia a sus usuarios y que además tengan el potencial de escalabilidad es una meta que se logra luego de intentar con muchas otras alternativas que no funcionaron.
Seamos sinceros, ¿Cómo podría ser creíble conseguir de manera fácil un modelo tan rebuscado y singular como el de una startup exitosa? Sería fácil si tuviésemos una lámpara mágica que nos permita conocer TODO sobre nuestros clientes, proveedores, alianzas estratégicas, y que aparte conociéramos todas las opciones de desarrollo y diseño disponibles.
Creo firmemente que la motivación inicial de un líder de una startup (nuevo emprendimiento que tiene un potencial de escalabilidad muy alto) debe ser mucho más grande a la que si quieres crear un emprendimiento más tradicional. En promedio, para que una startup llegue a una etapa que sea atractiva, habrá pasado por muchos más intentos fallidos que un emprendimiento tradicional, y es por ello que hay que estar súper motivado o súper conectado con un propósito para levantarse luego de diversas “caídas”.
Con esto, no quiero decir que un emprendimiento tradicional no sea más atractivo que una startup. Sino que los riesgos son mayores, debido a una mayor incertidumbre. Finalmente, cada uno tiene un retorno a la inversión de acuerdo al nivel de riesgo que se quiera tomar.
Una startup debe tener metas de crecimiento importantes para poder escalar, y una tarea muy difícil en la labor del líder de una startup es encontrar la manera de comunicar un plan de crecimiento agresivo mientras que puedas motivar a las personas de tu equipo de que las metas son alcanzables luego de varios intentos. No sólo los seguimientos y planes de control son necesarios para hacer esto creíble, sino también pasar tiempo importante con las personas para asegurarse que mantengan el propósito de ayuda, el mismo por la startup fue creada.
Me gustaría cerrar comentando que emprender y liderar una startup ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. No sólo he podido interactuar con personas super importantes con muchísima variedad en sus experiencias, sino también pude conocer más sobre cómo soy al tomar decisiones, planificar, manejar la ansiedad y sobre todo ser resiliente. También adquirí la capacidad de retarme cada día frente a tareas a las que no tenía mapeadas anteriormente, y me da la confianza de que puedo adaptarme a cualquier ambiente adverso en el futuro.